Tratamiento

En nuestra planta de tratamiento, el agua destinada al uso doméstico pasa por un proceso de tres partes que clarifica, filtra y purifica por completo.

El agua cruda extraída directamente de la fuente a menudo contiene muchas partículas orgánicas e inorgánicas inofensivas en suspensión. Y nuestra primera tarea de procesamiento es separar y eliminar este material. Primero, el agua extraída de nuestros depósitos fluye hacia tanques de mezcla donde los operadores agregan un coagulante. Este paso ayuda a limpiar el agua de partículas relativamente más grandes y decoloración, ya que este agente hace que la materia orgánica e inorgánica se convierta en partículas más grandes y pesadas que comienzan a sedimentarse en el fondo del tanque. Una vez que la mayoría de estas partículas se hayan separado del agua, estará lista para su posterior procesamiento.

En segundo lugar, el agua recién clarificada pasa a través de nuestros filtros de doble medio. La filtración purifica y limpia aún más el agua de partículas más finas, minerales y materia orgánica y otros materiales que pueden afectar el color, el olor y el sabor. A estas alturas, el agua se parece al agua que fluye del grifo, pero aún quedan algunos pasos más en el proceso. Una vez que la filtración elimina la mayoría de las partículas, decoloraciones y contaminantes inorgánicos y orgánicos, cloramos y agregamos la cantidad justa para erradicar los microbios restantes. Al ajustar los niveles según sea necesario, podemos eliminar bacterias y virus dañinos y al mismo tiempo mantener cantidades seguras de cloro para uso doméstico, así como mantener el sabor fresco que todos esperamos de un vaso de agua fría. También probamos el pH y ajustamos la acidez, agregando ortofosfato, lo que ayuda a controlar la corrosión de las tuberías en nuestras líneas de transmisión y el sistema de plomería de su hogar. En un paso final antes de bombearle agua, y como medida de salud pública recomendada por la Asociación Dental Estadounidense, agregamos flúor al suministro de agua como defensa contra las caries dentales que se entrega en cada vaso de agua que bebe.

Además de nuestra principal fuente de agua, nuestros embalses, operamos el complejo de pozos Kellogg-Deering en la orilla oeste del río Norwalk en Norwalk, CT. El agua de estos pozos llenos de grava aumenta nuestro suministro de embalses durante períodos de sequía y uso intensivo de agua. La purificación de esta agua es similar a la de nuestra agua superficial en la planta de tratamiento con la adición de un proceso de extracción de aire en el campo de pozos. Este sistema airea el agua, permitiendo que los gases y volátiles se evaporen, dejando agua limpia para nuestro uso. Luego bombeamos esta agua ventilada y agregamos químicos desinfectantes, ortofosfato y fluoruro. Esta agua tratada luego se mezcla con agua tratada de la planta de filtración en el sistema de distribución.